Amarguinha es un sabor que se guarda en el corazón.

Elaboración:
El cóctel que causa sensación tiene una receta muy fácil de preparar.

1. Pon hielo -el que sea necesario- en un vaso para enfriarlo.
2. Pon más hielo y todos los ingredientes en una coctelera. Agita con estilo.
3. Retira el hielo del vaso, cuela la mezcla de la coctelera en el vaso y aromatiza con Angostura.
4. ¡Disfruta!

La sencillez es la máxima sofisticación. De acuerdo, nos lo creemos. Por eso, Amarguinha Cremosa es fácil de servir: simplemente tiene que estar fría. Recién sacada de la nevera o con hielo. En cualquier caso: sabrá genial.

Servirlo, ya es perfecto. Idealmente, bien frío o con dos cubitos de hielo.

Bien frío: recién salido del refrigerador o con dos cubitos de hielo, en un vaso de Amarguinha, por supuesto. Agitar muy bien antes de servir.

Elaboración:
1. 1. Coge un vaso. Ese que es más mono que tienes (el "oficial" es, por supuesto, el mejor). Y ahora, la parte científica: añade hielo. Sí, solo eso.
2. Vierte la Amarguinha. Y después, la rodaja de limón (o el zumo, si necesitas complicarte la existencia un poquito más).
3. ¡Métale el palo de canela adentro! Es para el aroma. Es para que quede bien en la foto. Es lo que te dé la gana, mientras se quede ahí quieto.
4. Ahora, bebe. Tu momento de gloria ha sido servido. Misión cumplida.

Elaboración:
1. Coge el vaso alto (sí, el más alto que tengas, para darle ambiente). Echa las hojas de hierbabuena y, por favor, aplástalas solo ligeramente. No es para hacer puré, es solo para convencerlas de que liberen el aroma.
2. Junta el zumo de limón y la Amarguinha. Ya puedes sonreír, está casi listo.
3. Llena el vaso de hielo. Si sobra espacio, lo hiciste mal. Y ahora, completa con la soda o agua con gas. Es para hacer burbujitas y para que no te bebas toda la Amarguinha de golpe (aunque sabemos que te encantaría).
4. Para que no creas que es demasiado fácil, añade unas gotas de Angostura. Es el toque intelectual de la bebida.
5. Remueve suavemente – sin montar una tormenta en el vaso. Y decora con las hojas de hierbabuena para que todos sepan que hiciste, de hecho, un trabajo excelente.

Elaboración:
1. Coge la coctelera, ignora el hielo y vierte todos los ingredientes (sí, la Amarguinha, el limón y la clara de huevo). Ahora, la parte crucial: ¡Agita vigorosamente! Es para que la clara de huevo sepa quién manda y se convierta en una espuma cremosa y consistente. Tómalo como tu entrenamiento de gimnasio (el "Dry Shake").
2. Ahora, añade el hielo a la coctelera. Puedes dejar de fingir que entrenas y empezar a pensar que te lo vas a beber. Agita enérgicamente de nuevo. Esta vez es para enfriar (el "Wet Shake").
3. Vierte el contenido en el vaso. Ese aspecto cremoso y chic aparecerá. Para finalizar, el toque especial: 3 gotas de Angostura Bitter (ni más, ni menos, ¡somos puristas!) y Zest de Limón (frota la cáscara en el vaso para el aroma).
4. Listo. Ahí tienes tu Amarguinha Sour. ¿Es complicado? Sí. ¿Pero vale la pena? Sí, claro que sí.

Elaboración:
1. Coge la coctelera. Vas a empezar por ahí. Echa las fresas dentro y machácalas bien. No tengas miedo de ser agresivo/a. Es para liberar el sabor (y la frustración del día...).
2. Ahora, añade la Amarguinha, el zumo de limón y la clara de huevo. ¿El hielo? Calma, todavía no. ¡Agita vigorosamente! Sentirás que la coctelera se calienta. Es la ciencia funcionando (y la clara de huevo emulsionando, que es lo que importa).
3. Añade el hielo. Sí, ahora puedes. Agita de nuevo. Esta vez es para que la bebida quede bien fría.
4. Cuela la mezcla en un vaso bajo con hielo. Que no caigan esos trocitos de fresa que no fueron aplastados. ¡Hay que mantener la elegancia!
5. Listo, está hecho. Tan fácil que da para hacer otro.

Elaboración:
1. Coge el vaso. Ahora, la gran decisión: o machacas media lima (que ya cortaste en cubos, porque te gusta ser profesional), o simplemente añades el zumo. Tú eliges tu nivel de compromiso con la coctelería.
2. Añade la hierbabuena. No la aplastes demasiado, es solo para que haga acto de presencia con su aroma. Luego, llena el vaso con hielo. Ahora sí, sin miedo ni remordimiento.
3. Vierte la Amarguinha y finaliza con agua con gas. Es para que tenga burbujitas y parezca más sofisticado.
4. Remueve suavemente. No es para hacer espuma, es solo para integrar. Decora con una rodaja de lima y una ramita de hierbabuena. Que se vea que has trabajado.
5. ¡Ya está! Tardaste más en leer que en preparar. Eres un/a artista de la velocidad.

Elaboración:
1. Coge a tu amigo el shaker. Junta todo. Sí, todo: la Amarguinha, el ron, la piña (zumo y puré, para que no haya confusiones) y el zumo de limón. Sin pensártelo dos veces.
2. Ahora, añade el hielo. Y prepara el brazo: agita enérgicamente hasta que sientas que la coctelera se está congelando. Es la prueba de que lo estás haciendo bien.
3. Vierte el líquido y finaliza con unas gotas de Angostura Bitter por encima. Le da ese aire de "cóctel de autor" que te hará parecer un genio.
4. Decora con la rodaja de piña o, si te has apuntado al minimalismo tropical, una hoja de hierbabuena. Lo que menos te cueste.
5. Listo. Está hecho. Es exótico, es sabroso y, en el fondo, fue más rápido de hacer que de pedir en la barra.

Elaboración:
1. Coge tu vaso (puede ser una Mule mug). Llénalo de hielo, sin dudar. El hielo es tu mejor amigo aquí.
2. Vierte la Amarguinha y el zumo de limón. Ya vas por la mitad. ¿Ves qué fácil es? Es casi insultante.
3. Añade la Ginger Beer. Ve despacio, para no provocar una erupción volcánica en la cocina. Remueve suavemente. Es solo para que los sabores se hagan amigos.
4. Decora con una ramita fresca de hierbabuena. Es para el aroma y para dar ese aspecto de que sabes lo que estás haciendo (no te preocupes, nadie notará que es la quinta receta seguida que haces con menta).
5. Ahora, ya solo queda beber. Disfruta de tu obra de arte de cinco pasos.